UNA MAÑANA ENTRE LAS ENCINAS EN FLOR
En una mañana luminosa hemos vuelto a rendir humilde homenaje de primavera a las encinas en flor. Y lo hemos hecho junto a ese ejemplar majestuoso que el año pasado bautizamos con el nombre del entrañable amigo JESÚS GARZÓN. Lectura de poemas, cánticos populares, refranes, dichos y consejas acerca de la encina llenaron parte de la mañana en el campo. El recorrido, tanto a la ida como a la vuelta, se realizó caminando, y antes del regreso al pueblo dimos cuenta de los bocadillos de media mañana. En el impresionante tronco de la encina dejamos prendido un poema de Miguel Serrano, sincero lamento de despedida, que había sido leído antes por el autor junto a ella. Los versos recogen el dolorido sentir ante la inminente desaparición de esta encina en aras del progreso: cuando el AVE pase, (si es que alguna vez pasa), al lado de la confluencia de EL MOLINILLO y EL TAMUJOSO, las máquinas la habrán arrancado ya de cuajo... Transcribimos el poema citado: ADIÓS A LA ENC...