domingo, 10 de agosto de 2008

Al hilo de la emoción que despiertan las Rutas

Abrimos un nuevo espacio para ir colgando los poemas y reflexiones que nuestros paisanos nos hacen llegar y que nacen de la evocación de imágenes que suscitan los recorridos entrañables que propone Miguel Serrano cada año en las Jornadas del Emigrante.

Del recorrido de la Ruta de los Lavaderos (de jornadas anteriores), Fermín Muñoz Mateos nos deja este poema que transcribo:

Todas las Chinatas
son lindas y hermosas,
morenas y rubias
se ven tan graciosas.

Aquellas mozuelas
con falda y rapones,
con la cara limpia
no usan pantalones.

Iban a lavar
con tanto salero,
llevan la tajuela
y su lavadero.

Llevaban la ropa
con tanta fijeza,
llevaban la carga
sobre la cabeza.

Recorren las fuentes
con cesto y rodillo,
recorren los pozos
y hasta el Molinillo.

Todas se juntaban
en verdes praderas,
daba gusto ver
a las lavanderas.

El agua tan fría
que casi temblaban,
y ellas tan valientes
qué bien lo lavaban.

Preparan tendal
en jaras y tomillos,
y en las rocas blancas
sobre el Molinillo.

Tendían la ropa
en hierbas y flores,
en pozos y fuentes
en sus alrededores.

Algunas reían
las otras cantaban,
pero todas juntas
qué bien lo pasaban.

Aquellas mozuelas
con tanto salero,
recorrían la ruta
de los lavaderos.

Hoy ya no se lava
ya no hay lavaderos,
las Chinatas siguen
con gracia y salero.

Llevan pantalones
y son tan preciosas,
las Chinatas siguen
tan bellas y hermosas.

Gracias Fermín por estos versos.

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