Anexo a la ermita de San Isidro, en Torreorgaz, por donde la cola del pantano de Guadiloba, se ha construido el habitáculo que se ve en la otra fotografía. Los ejecutores y financiadores de la obra en cuestión se han inmortalizado en el azulejo con los nombres y (no apellidos) apodos respectivos. Quede constancia de ello, porque estas curiosidades no son exclusivas del sur (Andalucía), sino que en todos sitios cuecen o tuestan habas.
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