sábado, 29 de septiembre de 2012

Llega el otoño..., y hablan los poetas


Octubre (Juan Ramón Jiménez)

Estaba echado yo en la tierra, enfrente 

del infinito campo de Castilla, 

que el otoño envolvía en la amarilla 

dulzura de su claro sol poniente.


Lento, el arado, paralelamente 

abría el haza oscura, y la sencilla 

mano abierta dejaba la semilla 

en su entraña partida honradamente.


Pensé arrancarme el corazón, y echarlo, 

pleno de su sentir alto y profundo, 

al ancho surco del terruño tierno;


a ver si con romperlo y con sembrarlo, 

la primavera le mostraba al mundo
el árbol puro del amor eterno. 




                           
                  Yo voy soñando caminos ( Antonio MACHADO, Soledades, XI)

Yo voy soñando caminos
de la tarde. ¡Las colinas
doradas, los verdes pinos,
las polvorientas encinas!…
¿Adónde el camino ira?
Yo voy cantando, viajero,
a lo largo del sendero…
 La tarde cayendo está .
“En el corazón tenía
la espina de una pasión;
logre arrancármela un día;
ya no siento el corazón.”
Y todo el campo un momento
se queda, mudo y sombrío,
meditando. Suena el viento
en los álamos del río.
La tarde más se oscurece;
y el camino que serpea
y débilmente blanquea,
se enturbia y desaparece.
Mi cantar vuelve a plañir:
“Aguda espina dorada,
quién te volviera a sentir
en el corazón clavada.”

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