Estas ventanas chinatas están abiertas ya al mundo. Han iniciado su andadura con buen pie y corren de mano en mano entre las gentes de este pueblo. Salen los ejemplares de las cajas y pasan a las casas, a las camillas, a las estanterías. Todos miran y piensan, contemplan y disfrutan. Fallos, descuidos, erratas (que los hay) se atenúan ante la fuerza y la belleza de unas páginas dignas de obras y revistas de especialistas. Y aquí somos unos aficionados, unos atrevidos paletos que osamos enfrentarnos a estos retos con escasos medios. Pero pueden el afán, el esfuerzo, la ilusión, el amor a lo nuestro, las raíces. Somos conscientes de nuestras limitaciones. Pero nadie nos puede privar de la satisfacción que sentimos por pertenecer a una comunidad que en muchas ocasiones siente al unísono, convive en armonía, se siente orgullosa de ser pueblo, reconoce las pequeñas virtudes de sus gentes. Qué más se puede pedir. Abiertos estamos a sugerencias, opiniones, críticas, ayudas, colaboraciones, etc. Pero nuestra gratitud a este pueblo no cabe en estos espacios limitados. Las propuestas del Colectivo Cultural Chinato siempre son bien acogidas. Así lo reconocemos, así lo valoramos, así lo agradecemos.
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